Dólmenes
Hasta el momento se han localizado cuatro “dólmenes” distribuidos dentro del término, tres en los márgenes del Río Torcón y uno en el Río Mimbre.
Estas edificaciones se venían considerando como obras prehistóricas de carácter funerario y las estructuras aledañas como edificios aislados, sin que hasta la fecha se hubiera verificado la verosimilitud de esta atribución; por lo que a mediados del 2021 el Ayuntamiento de San Martín de Montalbán solicitó la colaboración del equipo arqueológico de la Diputación Provincial de Toledo para conocer más sobre ellas.
Los números (1) y (2) por su situación más próxima al municipio, acceso y diseño fueron objeto de estudio por parte de los técnicos de la Diputación, revelando que los principales elementos conservados son construcciones ciclópeas, pero no por ello necesariamente megalíticas en su sentido cultural y cronológico.
El informe apunta que en realidad se tratan de edificios relacionados con la trashumancia y aclara que los dólmenes presentan unas características muy concretas de ubicación sobre el terreno, al actuar como hitos visuales caracterizados por la alineación de grandes ortostatos. Los restos motivo del estudio, se encuentran en los lugares menos indicados para asumir ese protagonismo, al disponerse en zonas protegidas y parcialmente ocultas.
Ejemplos de dólmenes:
El primero de los casos estudiados (1) es el mejor conservado. Situado entre el “Ribero Carreta” y el “Baldío”, muy próximo al Castillo de Montalbán” y ubicado en la margen derecha del Torcón, a 4,5 Km del centro urbano de San Martín de Montalbán.
En realidad se trata de un conjunto de arquitectura pastoril donde destacan tres estructuras.
La estructura A es una edificación de planta cuadrangular, ubicada a media ladera y orientada hacia el sur. En tres de sus lados presenta pequeñas galerías, claramente ordenadas en torno a grandes piedras que la protegen de los vientos del norte.
Estas galerías están construidas con dos muros longitudinales realizados en mampostería, con una altura que nunca parece superar el metro de altura y sobre ellos, grandes lajas de granito (habituales en la zona) que son la solución más sencilla y apropiada para cubrir la estructura.
Las juntas entre las lajas de la cubierta conservan, en algunos casos, pequeñas piedras que además de calzar y dar estabilidad a la construcción, permiten una cobertura homogénea sobre la que disponer una capa de tierra y plantas, que evitarían la filtración de ruidos y olores.
Examinando el entorno, todavía se aprecia un cierre o cercado que permite suponer que no es un edificio aislado, sino que forma parte de un espacio bien delimitado, en el que aún se conserva el acceso.
El papel de esta construcción era fundamental para la supervivencia del rebaño, actuando como paridera o nodriza, permitiendo que los animales más vulnerables o recién nacidos quedaran protegidos junto a sus madres tras el nacimiento, al menos durante unos días, con el fin de asegurar su vida ante el ataque de todo tipo de carroñeros y depredadores.
Estas parideras eran por lo tanto un lugar especialmente importante para el mantenimiento de la actividad ganadera y solían relacionarse, por ello, con la vivienda temporal del pastor trashumante (Estructura C) que se reducía a un simple chozo con base de mampostería y cubierta de ramas, dotado de hogar central, situado a escasos metros de la estructura principal, que se veía acompañado por el refugio de sus perros (Estructura B).
Como resumen podemos decir que este es un magnífico ejemplo de arquitectura pastoril, cuya importancia radica en ser uno de los pocos conjuntos conservados íntegros, de este tipo de construcciones, y que pueden ser visitados dentro de un paisaje cultural que aún se conserva.
Localización: 39.72473, -4.41472
El (2) se trata de un complejo similar al (1), ubicado en la franja meridional del término y situado cerca del Molino de arriba en una zona llamada “Ribero las Mulitas”, también junto al arroyo Torcón pero ahora en su margen izquierda, que tiende de nuevo a adoptar una planta cuadrangular, aunque algo más irregular.
Se dispone tal y como ocurría en el (1), a media ladera, en una zona orientada al sur y protegida del norte por la presencia de grandes piedras que dotan de abrigo al lugar.
Se conservan dos galerías cubiertas dispuestas de forma paralela, cerradas por grandes lajas de piedra y en un extremo por tierra apisonada.
En los alrededores existen evidencias de construcciones circulares y pequeños aterrazamientos que muestran la existencia de una intervención igual de amplia que la anterior.
Localización: 39.69361, -4.40825
El (3) podemos encontrarlo próximo al arroyo Mimbre en una zona de difícil acceso denominada “Las Mimbreras”. Orientación Este.
Está construido aprovechando la topografía del terreno, ligeramente inclinado, en una “olla” o claro de hierba baja entre pequeñas colinas que lo protegen de los vientos del norte.
Aunque no ha sido objeto de estudio, sigue la misma morfología que el (2), observándose dos galerías cubiertas en forma paralela, realizadas con mampuestos irregulares en los paramentos verticales y grandes lajas horizontales sobre ellos de no más de un metro de altura, colapsado casi en su totalidad y claramente en peor estado.
En las inmediaciones se rastrean multitud de piedras dispersas, probablemente rodadas por la inclinación del terreno, que podría evidenciar un vallado relacionado con las estructuras principales o secundarias.
Localización: 39.73263, -4.48226
El (4) se localiza en la margen izquierda del Río Torcón, en una zona de difícil acceso denominada “Ribero Carreta” y aprovechando una explanada existente a media ladera. Orientación Sur.
Se trata de una construcción de planta cuadrangular similar al (1), claramente en peor estado.
Aunque la vegetación ha provocado el colapso parcial de la cubierta, aún se aprecian sendas galerías en tres de sus lados formadas por pared de mampuesto y lajas de granito en horizontal, así como, un pequeño habitáculo que podría relacionarse con el refugio para el can.
Localización: 39.731, -4.41744
CONCLUSIÓN:
Para comprender la importancia de estas construcciones, hay que tener en cuenta que buena parte del término municipal de San Martín de Montalbán albergó numerosas explotaciones ganaderas. Prueba de ello son los cuatro “dólmenes” hasta ahora localizados e intrínsecamente relacionados con la práctica de la trashumancia, dentro de un modelo de explotación de grandes rebaños y la obtención de importantes beneficios, al aprovechar la existencia de zonas complementarias que permitían alternar los pastos de verano con los de invierno y asegurar el mantenimiento de grandes cabañas.
En este modelo, las tierras Lugareñas debieron actuar como lugar de invernada de los ganados que discurrían cíclicamente por un espacio bien delimitado entre estas zonas ubicadas al pie de los Montes de Toledo y el Sistema Central, en el que se ubicarían los pastos de verano.
Estas dehesas de invierno-primavera, se dotaron de las construcciones necesarias para dar cobijo al pastor y los perros que conducían los rebaños, además de favorecer o garantizar el éxito de la reproducción de los animales.
En cuanto a su cronología, por ahora y dado el nivel de estudio en el que nos basamos, es imposible aportar ningún tipo de precisión, pudiendo encajarse entre el auge experimentado por este tipo de ganadería en época Visigoda y los nuevos modelos ganaderos impulsados en los siglos XVII y XVIII.
La proximidad de Santa María de Melque y su influencia visigoda, puede ser, en este sentido, un elemento a tener en cuenta a la hora de valorar su cronología. Sin olvidar también, la cercanía del Castillo de Montalbán; ya que la creación de la Encomienda de Montalbán en el siglo XIII jugó un papel importante en la zona, favoreciendo la repoblación y la reactivación de la economía gracias a la protección que los Templarios procuraron durante décadas a los Montes de Toledo, ofreciendo “caminos seguros” y restableciendo así, el trasiego de las Veredas, Coladas, Cañada Real Segoviana, etc.
No obstante, existen evidencias relacionadas con la buena conservación de estas estructuras y otros elementos, que parecen indicar que estamos ante restos que deben ser datados en los momentos más recientes, sin descartar por ello un origen en plena Edad Media o incluso en momentos más antiguos.
En resumen, parece evidente que no estamos ante conjuntos megalíticos o “dólmenes”, en el sentido cultural, de nuestra prehistoria reciente; sino ante los restos de unas construcciones asociadas a la configuración de un paisaje cultural ganadero relacionadas con la trashumancia.